Himno meditado
Las banderas reales se adelantan 

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Las banderas reales se adelantan 
y la cruz misteriosa en ellas brilla: 
la cruz en que la vida sufrió muerte 
y en que, sufriendo muerte, nos dio vida. 

Ella sostuvo el sacrosanto cuerpo 
que, al ser herido por la lanza dura, 
derramó sangre y agua en abundancia 
para lavar con ellas nuestras culpas. 

En ella se cumplió perfectamente 
lo que David profetizó en su verso, 
cuando dijo a los pueblos de la tierra: 
«Nuestro Dios reinará desde un madero.» 

¡Árbol lleno, de luz, árbol hermoso, 
árbol ornado con la regla púrpura, 
y destinado a que su tronco digno 
sintiera el roce de la carne pura! 

¡Dichosa cruz que con tus brazos firmes, 
en que estuvo colgado, nuestro precio, 
fuiste balanza para el cuerpo santo 
que arrebató su presa a los infiernos. 

A ti, que eres la única esperanza, 
te ensalzamos, oh cruz, y te rogamos 
que acrecientes la gracia de los justos 
y borres los delitos de los malos. 

Recibe, oh Trinidad, fuente salubre, 
la alabanza de todos los espíritus, 
y tú que con tu cruz nos das triunfo, 
añádenos el premio, oh Jesucristo. 

Amén. 


Reflexión:


.La luz del sol me saluda sonriendo. La lluvia, su hermana triste, me habla en el corazón.

. La cruz, desde que sostuvo el cuerpo de Jesús antes de morir, se ha convertido en señal de paz, de salvación y de gozo incesante.

. La cruz, como el sol, ilumina nuestros corazones, le da sentido a todo cuanto pensamos, aparece en la banderas y estandartes, en las escuelas, edificios, montañas y pueblos, iglesia y templos como signo de fe en el Señor.

.De ese madero nació la vida nueva del cielo, la vida de resucitados, la vida de quienes se sientan atraídos por la fascinación que Cristo ejerce entre los bautizado, seguidores, simpatizantes y todas las personas de buena voluntad.

.Señor, gracias sinceras por tu entrega sin límites.