Himno meditado
Nos apremia el amor

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Nos apremia el amor, vírgenes santas; 
vosotras, que seguisteis su camino, 
guiadnos por las sendas de las almas 
que hicieron de su amar amor divino. 

Esperasteis en vela a vuestro Esposo 
en la noche fugaz de vuestra vida, 
cuando llamó a la puerta, vuestro gozo 
fue contemplar su gloria sin medida. 

Vuestra fe y vuestro amor fue fuego ardiente 
que mantuvo la llama en la tardanza, 
vuestra antorcha encendida asiduamente 
ha colmado de luz vuestra esperanza. 

Pues gozáis ya las nupcias que el Cordero 
con la Iglesia de Dios ha celebrado, 
no dejéis que se apague nuestro fuego 
en la pereza y sueño del pecado. 

Demos gracias a Dios y, humildemente, 
pidamos al Señor que su llamada 
nos encuentre en vigilia permanente, 
despiertos en la fe y en veste blanca. 

Amén. 


Reflexión:


.Apaga, si quieres, tu lámpara; yo la conoceré en la oscuridad, y la amaré.

.Hoy, Señor, me lleva este himno a pensar en la chicas que te siguen con su castidad por el reino de los cielos. Hoy, me doy cuenta muy bien de que hay gente de finura tal que prefiere las bodas contigo en perfecta castidad.

: No son ni mejores ni peores que las casadas. Tú, en tu infinita bondad, les has señalado un camino nuevo de servirte, entregadas plenamente en tu servicio con la transparencia de su vida, con el amor a lo divino, con el fuego ardiente de su Esposo santo.

.Ellas, miles y miles por la tierra, hacen de sus vidas- desde su más tierna juventud-, un homenaje a tu amor. No huyen buscando un refugio, sino una sobreabundancia de amor, porque de ésta nace la castidad.