Himno meditado
Para vosotros, el misterio del Padre

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Para vosotros, el misterio del Padre; 
con vosotros, la luz del Verbo; 
en vosotros, la llama del Amor 
que es fuego. 

¡hontanares de Dios!, 
¡hombres del Evangelio!, 
¡humildes inteligencias luminosas!, 
¡grandes hombres de barro tierno! 

El mundo tiene hambre de infinito 
y sed de cielo; 
las criaturas nos atan a lo efímero 
y nos vamos perdiendo en el tiempo. 

Para nosotros, 
el misterio que aprendisteis del Padre; 
con nosotros, la luz que os dio el Verbo; 
en nosotros, el Amor ingénito. 

¡Hombres de Cristo, maestros de la Iglesia! 
dadnos una vida y un anhelo, 
la angustia por la verdad, 
por el error el miedo. 

Dadnos una vida de rodillas 
ante el misterio, 
una visión de este mundo de muerte 
y una esperanza de cielo. 

Padre, te pedimos para la Iglesia 
la ciencia de estos maestros. 

Amén. 


Reflexión:


.¡Búscate, hermosura, en el amor, no en la adulación de espejo!

.Señor, los hombres del Evangelio visten de forma normal. No andan tras las modas y la adulación de la gente, sino que buscan afianzarse día tras día en las ideas-fuerza de tus mensajes.

.Son personas que no se quedan aquí abajo en sus aspiraciones, sino que, con miras altas, se encuentra a gusto consigo mismos en tu corazón amigo.

.Son personas sencillas, transparentes y anhelan sólo saciar su sed de infinito, sus ansias de cielo y se arrodillan ante el sagrario de tu presencia divina con humildad.

.Son personas que no se apegan a lo efímero y caduco, a lo consumista y vano, sino que disfrutan contigo y todo lo que no seas tú, lo filtran para vivir intensamente el don sagrado de su vida como una ofrenda a ti y al mundo que les rodea, a sus familias y amigos/as con vigor que proviene de ti, amigo Señor.