Himno meditado
Señor, cuando florece un nuevo día

Fuente: Liturgia de las horas

Reflexión: Padre Felipe Santos Campaña, SDB

 

 

Señor, cuando florece un nuevo día 
en el jardín del tiempo, 
no dejes que la espina del pecado 
vierta en él su veneno. 

El trabajo del hombre rompe el surco 
en el campo moreno; 
en frutos de bondad y de justicia 
convierte sus deseos. 

Alivia sus dolores con la hartura 
de tu propio alimento; 
y que vuelvan al fuego de tu casa 
cansados y contentos. 

Amén. 

Reflexión:

.Las nubes se atavían de magnificencia. El sol no tiene más que una sencilla túnica de luz.

.Señor, cuando hoy ha empezado el nuevo día, me dirijo a ti para darte las gracias. Quiero, como la nube, adornar mi vida con tu presencia. Ella es la que da belleza y esbeltez a mi sencilla persona.

.Veo el universo como un inmenso jardín en el que crecen todas las flores variadas. Embellecen nuestras miradas, se extasían nuestros sentidos como el novio auténtico ante su amada.

.Y en este jardín, Señor, me ha colocado a mí. No para que sea una espina que moleste e hiera a los demás, sino una ser dulce, contagiante, animador del que está triste a mi lado.

. Cada día tiene su afán. La vida nuestra personal es más bella que el mismo jardín universal, porque tiene un alma inmortal y todo nuestro ser camina presuroso hacia el encuentro con el divino Jardinero.