Himno

El sueño, hermano de la muerte

Fuente: Liturgia de las horas

 

El sueño, hermano de la muerte,

a su descanso nos convida;

y por nosotros se desvela,

del enemigo nos defiende

y, mientras dormimos, nos vela.

 

Te ofrecemos, humildemente,

dolor, trabajo y alegría;

nuestra plegaria balbuciente:

"Gracias, Señor, por este día".

 

Recibe, Padre, la alabanza

del corazón que en ti confía

y alimenta nuestra esperanza

de amanecer a tu gran día.

 

Gloria a Dios Padre, que nos hizo,

gloria a Dios Hijo Salvador,

gloria al Espíritu divino:

tres Personas y un solo Dios.