Himno

Niño que, antes de nacer

Fuente: Liturgia de las horas

 

Niño que, antes de nacer,

reconoce a su Señor

y da saltos de placer

bien puede llegar a ser

su profeta y precursor.

 

Su nombre será San Juan,

su morada, los desiertos;

langostas serán su pan;

sobre el agua del Jordán,

verá los cielos abiertos.

 

Otros le vieron lejano

y le anunciaron primero;

Juan le ve ya tan cercano

que va extendiendo su mano

y señalando al Cordero.

 

Está llegando la hora,

ocaso de un Testamento,

pero del nuevo la aurora,

con la gracia triunfadora

de Juan en el nacimiento.

 

La ley vieja en él fenece,

la de gracia en él apunta;

de dónde claro parece

que en este niño amanece

libertad y gracia junta.

 

Claro espejo en el Jordán,

después que los dos se han visto

y abrazos de paz se dan:

resplandece Cristo en Juan,

y Juan reverbera en Cristo.

 

Juan a Jesús bautizaba,

el cielo entero se abría,

la voz del Padre sonaba,

la Paloma se posaba

en gloriosa teofanía.

 

Nunca se podrá acallar

la voz que habló en el desierto,

aunque le hayan de cortar

la cabeza; estará muerto,

mas no dejará de hablar.

 

Gloria al Padre muy amado,

gloria al Hijo Salvador,

que nos libra del pecado,

y gloria al que él ha enviado,

al Espíritu de Amor.

 

Amén.