Himno

Tu cuerpo es preciosa lámpara

Fuente: Liturgia de las horas

   

Tu cuerpo es preciosa lámpara,

llagado y resucitado,

tu rostro es la luz del mundo,

nuestra casa, tu costado.

 

Tu cuerpo es ramo de abril

y blanca flor del espino,

y el fruto que nadie sabe

tras la flor eres tú mismo.

 

Tu cuerpo es salud sin fin,

joven, sin daño de días;

para el que busca vivir

es la raíz de la vida. 

 

Amén.