Himno

Que misterio tan profundo...

Fuente: Liturgia de las horas

   

¡Qué misterio tan profundo, 
éste de mi propio ser: 
he surgido del no-ser 
y me exalto y me confundo, 
mientras cantando me hundo 
en mi nada, y sombra, y lodo! 
Soy cadáver a tu modo, 
soy sueño, soy despertar, 
soy vida, soy palpitar, 
soy luz, soy llama, soy todo. 

Muerte, que das a mi vida 
transcendencia y plenitud, 
muerte que ardes de inquietud 
como rosa amanecida, 
cuando llegues encendida 
y silenciosa a mi puerto, 
besaré tu boca yerta 
y, en el umbral de mi adiós, 
al beso inmenso de Dios 
me dispondrás, muerte muerta. 

 

Amén.