Himno

Edificastes una torre

Fuente: Liturgia de las horas

 

Edificaste una torre
para tu huerta florida;
un lagar para tu vino
y, para el vino, una viña. 

Y la viña no dio uvas,
ni el lagar buena bebida:
sólo racimos amargos
y zumos de amarga tinta. 

Edificaste una torre, 
Señor, para tu guarida;
un huerto de dulces frutos,
una noria de aguas limpias,
un blanco silencio de horas
y un verde beso de brisas 

Y esta casa que es tu torre,
este mi cuerpo de arcilla,
esta sangre que es tu sangre
y esta herida que es tu herida
te dieron frutos amargos, 
amargas uvas y espinas. 

¡Rompe, Señor, tu silencio,
rompe tu silencio y grita! 
Que mi lagar enrojezca 
cuando tu planta lo pisa,
y que tu mesa se endulce
con el vino de tu viña. 

 

Amén.