Salmo 109

El Mesías, rey y sacerdote 

 


Oráculo del Señor a mi Señor: 
"siéntate a mi derecha, 
y haré de tus enemigos 
estrado de tus pies". 
Desde Sión extenderá el Señor 
el poder de tu cetro: 
somete en la batalla a tus enemigos. 

"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, 
entre esplendores sagrados; 
yo mismo te engendré, como rocío, 
antes de la aurora". 

El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: 
"Tú eres sacerdote eterno, 
según el rito de Melquisedec". 

El Señor a tu derecha, el día de su ira, 
quebrantará a los reyes. 
En su camino beberá del torrente, 
por eso, levantará la cabeza.