Salmo 132

Felicidad de la concordia fraterna

 


Ved qué dulzura, qué delicia, 
convivir los hermanos unidos. 

Es ungüento precioso en la cabeza, 
que va bajando por la barba, 
que baja por la barba de Aarón, 
hasta la franja de su ornamento. 

Es rocío del Hermón, que va bajando 
sobre el monte Sión. 
Porque allí manda el Señor la bendición: 
la vida para siempre.