Salmo 96

Gloria del Señor, rey de justicia



El Señor reina, la tierra goza, 
se alegran las islas innumerables. 
Tiniebla y nube lo rodea, 
justicia y derecho sostienen su trono. 

Delante de él avanza el fuego, 
abrasando en torno a los enemigos; 
sus relámpagos deslumbran el orbe, 
y, viéndolos, la tierra se estremece. 

Los montes se derriten como cera 
ante el dueño de toda la tierra; 
los cielos pregonan su justicia, 
y todos los pueblos contemplan su gloria. 

Los que adoran estatuas se sonrojan, 
los que ponen su orgullo en los ídolos; 
ante él se postran todos los dioses. 

Lo oye Sión, y se alegra, 
se regocijan las ciudades de Judá 
por tus sentencias, Señor; 

porque Tú eres, Señor, 
altísimo sobre toda la tierra, 
encumbrado sobre todos los dioses. 

El Señor ama al que aborrece el mal, 
protege la vida de sus fieles 
y los libra de los malvados. 

Amanece la luz para el justo, 
y la alegría para los rectos de corazón. 
Alegraos, justos, con el Señor, 
celebrad su santo nombre.