Con el corazón ante los salmos
Salmo 8. “Señor, dueño nuestro, qué admirable es tu nombre en toda la tierra!”

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:
- La naturaleza
- Jóvenes enamorados
- Padres e hijos
- La persona, centro de tu universo

Reflexión:

*Esta mañana, apenas he abierto los ojos, he mirado tu naturaleza. Me he dejado hechizar por su verdor, por el canto de los pájaros- los más madrugadores-, por los álamos que adornan el paso del río en su paseo por la campiña, llena de mieses.
• También como tengo el mar muy cerca de donde habito, sus olas vibrantes contra los acantilados, me han llevado a ti, Señor, creador de todo.
• Me he quedado absorto ante las alamedas que serpentean por los campos verdes y la sombra que da cobijo a tantas personas sedientas de agua y de la tuya que salta hasta la vida eterna.
• Me encanta y fascina ver a los jóvenes enamorados por los parques y jardines; oír las palabras amor, felicidad, te quiero, te amo... de sus bocas. Igualmente me cautiva que los ancianos vayan cogidos de la mano con sus esposas. Para el amor no hay paso del tiempo.
• También me gusta contemplar a los padres que, en sintonía contigo y con tu bella creación, se entregan a la obra educativa de sus hijos. Ante muchas parejas y matrimonios que se derrumban en esta sociedad, ellos- como centinelas de la verdad para siempre- continúan amándose en los hijos nacidos de su amor y mutua entrega.
• Cada cosa que ven mis ojos es una mirada hacia ti, el Creador de todo. Y si lo que veo es tan bello, ¿cómo serás tú, amigo Señor?
• Y eres admirable porque te has fijado en la persona como centro de tu obra creadora. La has hecho poco inferior a los ángeles. ¡Menuda suerte y también qué responsabilidad! Pero es una responsabilidad que me llena de sano orgullo, porque me veo tan humilde y tan simple ante tu Creación que, de verdad, no sé cómo nos comportamos a veces tan mal con la naturaleza. Es una imbecilidad humana como otras.
Buenos días, Señor y gracias.