Con el corazón ante los salmos
Salmo 9.”La soberbia del impío oprime al infeliz y lo enreda en las intrigas que ha tramado. El malvado se gloría de su ambición, el codicioso blasfema y desprecia al Señor”.

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Injusticia del terror
- La soberbia ciega
- Hacer el mal
- El “dios” dinero
- La violencia

Reflexión:

• Me vienen a la mente y mi dolorido corazón la injusticia cometida por unos fanáticos contra muchos niños y niñas inocentes en Beslán, Rusia. Es tal el espectáculo horripilante de los cadáveres de niños, niñas, madres y padres que asistían a la fiesta inaugural del colegio, que te quedas sin aliento en tu respiración. La soberbia por la independencia y la falsa concepción de lo religioso por parte de algunos fanáticos, ha sembrado de pena y terror a muchas familias de esta ciudad.
• Su soberbia es tan grande que no tienen en cuenta a nada ni a nadie. Sus corazones, llevados por resentimientos a ultranza, no se detienen ante el dolor de nadie. El mundo tiene su parte negativa en estos seres malvados.
• Es la razón de la fuerza la que guía a esta gente a cometer el mal contra gente inocente. Y además, lo hacen sin piedad alguna. La opresión es siempre un signo de que la humanidad debe construirse por otros caminos distintos a los que han empleado estos cobardes asesinos.
• Estamos ante horas en las cuales todos deberíamos reflexionar- no solamente condenar- en el mal que hacemos a quienes nos rodean.
• ¿Por qué no se lanza el hombre a hacer el bien sin mirar a quién y no a matar al que le estorba por ideas políticas, sociales o falsamente religiosas?
• Es un desprecio directo contra el ser humano. Para ellos no cuenta nada. Son lobos que se comen a otros. La violencia engendra violencia. Y toda violencia proviene de personas desequilibradas, ambiciosas. El dinero es su dios. Y ante él se rinden.
• En este día, Señor, te pido con toda mi alma, que consueles a estas familias con el bálsamo de la esperanza y de la fe que anidan en sus corazones dolientes.


Buenos días, Señor, en este día triste para tu creación.