Con el corazón ante los salmos
Salmo 15. “Tú eres mi Dios; mi felicidad está en ti. Los que buscan a otros dioses no hacen nada más que aumentar sus penas; jamás pronunciarán mis labios su nombre”.
Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:
-No me entienden
- Idolos de un día
- Soy tu lote y heredad
- Tu ausencia de la sociedad

Reflexión:

• Señor, te digo con toda la sinceridad de mi corazón que me siento feliz contigo. Ya sabes que muchos de los que me rodean no entienden que te tenga a ti por Dios y por amigo. Ellos viven en la onda del consumo: placeres, dinero, dioses fabricados por la televisión, ídolos de paja que arden y no dicen nada. No les tengo ninguna envidia, en absoluto. 
• Buscan una fama fácil de conseguir y tan sólo piensan en que hablen de ellos porque los han visto en la pequeña pantalla. Dioses de un día o de un cuarto de hora.
• Aunque piense así, Señor amigo, también a mí, como ser humano que soy, me siento tentado algunas veces por el éxito de figurar y ser conocido por la gente.
• Pero en mis adentros pienso en seguida que fuera de ti, toda gloria es vana y perecedera. “Los dioses de la tierra no me satisfacen; no derramaré mis libaciones con mis manos”. No merece la pena.
• Desde el día en que me inserté en tu mundo con el bautismo, renuncié a todos estos dioses que manipula y fabrica la comunicación social de nuestro tiempo.
• Desde entonces comprendí que el mejor “lote y heredad” en mi vida lo constituyes tú, Señor amigo.
• Haz que mi gozo se sacie cada día más en tu presencia. Y ayúdame a que no me fascinen estos dioses que se multiplican cada día más. En la medida que tú estás ausente de esta sociedad, más subterfugios religiosos falsos se buscan.

Buenos días, Señor, y gracias.