Con el corazón ante los salmos
Salmo 27. “ A ti, Señor, te invoco, Roca mía, no te me hagas el sordo”.

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

-Sociedad cambiante
- No hay principios fundamentales
- Inseguridad por doquier
- Resentimientos y confusión en lo religioso y político
- Nueva Torre de Babel

Reflexión:

• Nunca como hoy, Señor, en los años que me has concedido de vida, he percibido una sociedad tan cambiante. Lo que ayer valía, hoy no vale nada.
• Y lo mismo que ocurre en la sociedad en general, eso mismo pasa con el hombre. Se está volviendo inconstante, voluble. Va tras la moda y el deseo incalculable de disfrutar los cuatro días que va a estar en este mundo.
• Si antes había principios éticos, morales y religiosos por los que se regía la vida en sus múltiples facetas, hoy ya no tienen vigor estos principios, basados en tu santo Evangelio.
• Y ante esta situación nueva, cunde por todos sitios la inseguridad. Si vas por la calle, no vas tranquilo por el 
posible asalto, robo o pelea. La autoridad civil- a base de fuerzas de orden público y de seguridad, quiere implantar un estado que llaman de derecho. No es posible cuando es la propia persona la que falla en sus cimientos personales.
• La autoridad democrática intenta acomodarse- no a la mayoría del pueblo- sino al sector que le es más afín en sus teorías, prácticas y formas de gobernar.
• Hoy, por ejemplo, en España, se castiga todo lo que sea Iglesia y a los mismos católicos. Hay un resentimiento trasnochado contra todo lo que sepa a Iglesia. Es el pago y el tributo que rinden a la mal entendida progresía.
• En este mundo hay una gran confusión. Estamos asistiendo a una especie de Torre de Babel. Todo se quiere edificar sin tu presencia ni tu huella en las instituciones. No tienen en cuenta para nada todo el bien que haces, has hecho y harás hasta 
el fin del mundo.
• Es el sarampión que tú conoces, Señor, y que aparece de vez en cuando en los avatares de tu Iglesia en la tierra.
• Por esta razón acudo a ti, Roca mía, la que nunca me falla.

Buenos días, Señor, y gracias.