Con el corazón ante los salmos
Salmo 42. “Me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi gozo y alegría”.

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Sin guía
- El don de la alegría
- Sociedad permisiva
- Tirantez y malhumorados

Reflexión:

• Señor, no veo muchos detalles de alegría entre la gente que me rodea. Más bien, todo lo contrario. Andan despistados, como sin un guía que oriente sus vidas.
• Por otra parte, las consultas de los psicólogos están repletas de personas que buscan el arma secreta que les haga sentirse alegres.
• Hace falta en esta sociedad, en mí y en todos, el don de la alegría de la que habla el Salmo. La tristeza acampa por todos sitios. Tan sólo los niños apuntan signos de alegría porque, quizá, todavía no conocen los males que aquejan a este mundo. Los hay, sin embargo, con rostro triste por culpa de la separación de los padres, la plaga que sacude esta sociedad permisiva.
• Sin tu gracia y sin tu amor no puede haber alegría de la buena en el corazón. Hay sonrisas estereotipadas que se aprenden de los medios de comunicación social y de la falsa hipocresía reinante en nuestros días.
• Señor, quiero reírme todos los días para alargar mi vida. La persona que tiene buen humor sabe hacer frente a la vida con entusiasmo contagiante.
• La sonrisa profunda que proviene del corazón y de estar bien contigo y con los demás, engendra y produce el buen humor y la salud anímica, el equilibrio interno y la madurez humana.
• Hay gente que confunde el humor y la alegría con el hecho de ser gracioso. Hay quienes cuentan chistes buenos y , sin embargo, son personas chocantes.
• Si se va en el autobús o en el tren o en el coche o andando por la calle, se aprecian rostros serios.
• Hay quien dice cuando te ve reírte a gusto: “De mí no se ríe nadie”. Y no saben que la sonrisa es el mejor piropo que puedes dirigirle.
• Señor, haz que aprenda a reírme de mí mismo y que vaya perdiendo el miedo a hacer el ridículo.
• Porque este Salmo me invita a que ponga en ti el centro de mi gozo y de mi alegría y, desde ti, lo extienda a los demás.


Buenos días, Señor, y gracias.