Con el corazón ante los salmos
Salmo 66.”Dios tenga piedad y nos bendiga, muéstrenos su rostro radiante, para que conozca la tierra tus caminos, todas las naciones tu salvación. Que te den gracias los pueblos.”

Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Bendición por las cosechas
- Predicar y hablar de ti
- Sacerdote
- Comunicador
- Ministro de tus misterios

Reflexión:

• Señor, como tantas otras personas de todo el universo, uno hoy mi voz para alabarte y bendecirte por las cosechas que 
nos has dado. Ahora es la estación en que se recogen las viñas. El vino- tomado con moderación- alegra el corazón.
• De hecho, lo dejaste juntamente con el pan, para la celebración de tu Eucaristía, tu permanencia real entre nosotros.
• Me siento impulsado por tu Espíritu a predicar y a hablar de ti. Pero antes quiero que me bendigas para que “diga bien” (bendecir) todo lo se refiere a ti.
• Te digo que me siento bien, feliz, alegre porque me has llamado a ser tu sacerdote en medio de tanta gente. 
• Tomo conciencia de lo que significa esta palabra: sacer-do-te , es decir, te lo doy lo sagrado. Una gran 
responsabilidad por mi parte ante un mundo que alardea de tener muchos dioses. Cada cual se fabrica el suyo, aunque el común a todos sea el “dinero”. Por él se matan (valga la palabra) y sin embargo por tus riquezas que tienen dimensión eterna, se quedan pasivos e indiferentes.
• Deseo en esta mañana de septiembre que todo el mundo abra sus labios y su corazón para alabarte con la sinceridad que merece tu nombre en toda la tierra.
• Me siento tu humilde comunicador para tanta persona que necesita de tu amor y de que te conozcan, es decir, tener tu experiencia. Sé que en la lengua en que hablaste y hablas, conocer es tener experiencia.
• Haz que me sienta un digno ministro de tus sagrados misterios. Difícil tarea la mía pero como confío en tus palabras y en tu Espíritu, todo saldrá adelante sin miedo a nadie ni a nada.

Buenos días, Señor, y gracias.