Con el corazón ante los salmos
Salmo 102.”Bendice, alma mía. El perdona tus culpas y cura todas tus enfermedades”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Ponerme en tus manos
- Contemplación: reconozco mi fallos
- Activismo y disipación
- Los contemplativos han hecho obras grandes

Reflexión:


• Señor, esta mañana quiero hacer una contemplación especial mediante tu Palabra, la que me brindas hoy en tu Salmo 102.
• Para hacerla lo mejor posible, deseo ponerme en tus manos para que seas tú quien hable y yo quien me quede en silencio, en adoración, en alabanza.
• Si me contemplo a mí mismo, ya me conoces muy bien. Desde mi misma contemplación, reconozco mis fallos, mis rebeldías y mis pecados que me has perdonado con tu gran misericordia.
• Esta oración contemplativa que hoy hago con mayor intensidad, la concibo como una gracia, como un don que favorecen mi crecimiento de la interioridad sin la que mi vida de creyente corre el peligro de no superar el desafío de este milenio nuevo.
• Percibo que la oración y la contemplación son el alimento para la vida, el lugar de acogida de la Palabra de Dios.
• De no ser así, caigo fácilmente en un activismo enorme que puede llevarme a la disipación, a la alineación que me proporcional la sociedad actual, especialmente los medios de comunicación social.
• Deseo que en esta contemplación, me des la fuerza necesaria para saber interpretar los signos de los tiempos.
• Tú me hablas s en los Salmos de ti. Yo, a mi vez, te hablo de mis inquietudes, planes, proyectos.
• Y a solas contigo- mirando tu rostro en la cruz y el sagrario-, siento que me dices: No te ajustes a este mundo, sino transfórmate por la renovación de la mente para que sepas discernir lo que es tu voluntad divina, lo bueno, lo que te agrada, lo perfecto.
• Siempre han sido los hombres y mujeres de oración y contemplación los que han realizado grandes obras, gracias al contacto contemplativo contigo. Te bendigo y te doy gracias por este rato largo, sintetizado en estas palabras.

Buenos días, Señor, y gracias.