Con el corazón ante los salmos
Salmo 116.”Alabad al Señor todas las naciones, aclamadlo todos los pueblos, porque la lealtad puede más que nosotros y la fidelidad del Señor es perpetua”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Compromiso definitivo
- Fidelidad como proyecto de vida
- Gratitud
- Ser persona

Reflexión:

• Señor, ante el Salmo más corto, m siento esta mañana muy a gusto contigo. Me hablas del valor permanente del compromiso definitivo. Una realidad mal vista y aceptada en nuestra sociedad que camina hacia las rupturas rápidas en todo, incluso en el matrimonio. Ya sabes que para mucha gente este nombre carece ya de sentido.
• Hoy se hacen críticas a la opción religiosa de por vida. La quieren temporal, es decir, que se pueda romper 
fácilmente.
• No saben que con la fidelidad se acepta un proyecto para toda la vida por amor al Reino de Dios, cuyos valores 
trascienden por sí mismos toda situación transitoria.
• Es expresión de una firme personalidad el saber comprometerse para toda la vida. Por eso, precisamente, tales vocaciones suponen un don particular para el Señor.
• Es cierto que la libertad humana puede destruir hoy lo que edificó ayer. Y se dan casos.
• Lo que constituye la grandeza de la libertad personal no es su indiferencia o posibilidad de cambiar, sino la opción ante los grandes valores y la fidelidad en vivirlos.
• Y la fidelidad adquiere su plena expresión en ese entregarse a sí mismo hasta la muerte. Querer defender que la fidelidad es imposible, no sólo es desconocer la riqueza del pacto de la Alianza del Señor, sino despreciar la más noble expresión de la libertad humana y del amor. (Ser persona es ser fiel).
• Hoy te reitero mi gratitud porque te he sido fiel en todo lo que he podido, aunque reconozco mis malos momentos y mis bajones en la entrega y fidelidad. Pero con tu ayuda y con la oración constante me has permitido hasta ahora- y espero que siempre- estar a tu lado con todas las energías de que soy capaz.
• Te pido que me mantengas en esta sana y feliz fidelidad en tu Reino de amor, de justicia y de paz.

Buenos días, Señor, y gracias.