Con el corazón ante los salmos
Salmo 119.”¡ Ay de mí, desterrado en Mac, habitando en las tiendas de Cadar! Demasiado llevo viviendo con gente que odia la paz. Yo estoy por la paz, y si hablo, ellos por la guerra”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Inmigrantes
- Problemas
- Las pateras
- Sin juventud

Reflexión:

• Señor, mi meditación de esta mañana me trae el recuerdo de mucha gente inmigrante que va de un sitio a otro en busca de trabajo y de una mejor situación social.
• Nuestra sociedad- ésta en la que vivo- es una sociedad en la que el empobrecimiento económico, político y cultural resulta incontenible debido a muchos factores, tales como la injusticia y la violencia institucionalizadas.
• Los inmigrantes y marginados- especialmente en áreas donde la población católica es mayoría-, la Iglesia ha sido con frecuencia voz de los pobres, asumiendo sus aspiraciones de libertad y de liberación, en tutela de los derechos humanos. Por esta decidida opción preferente, se ha hecho conciencia crítica ante opciones políticas y económicas.
• En estas difíciles situaciones-como el pueblo hebreo en el desierto-, numerosas comunidades eclesiales son buena noticia vivida y expresión de una Iglesia que se compromete en la evangelización y en la edificación del Reino. 
• Y en mi alma de educador, me impresiona profundamente comprobar el número de quienes no saben lo que es la juventud, porque pasan de una niñez de miseria a una prematuramente adulta, marcada por la necesidad de trabajo, que de ordinario se vive en precariedad.
• Cuando llegan a las costas españolas pateras o malas barcas trayendo a gente al paraíso soñado, se encuentran que vienen sin papeles de contrato laboral, porque las mafias los han engañado. Siempre se aprovechan de los pobres.
• Esta falta de atención y de adaptación a una nueva cultura, hacen que ganen más dinero, pero el racismo sigue en pie para muchos y muchas que no quieren acogerlos.
• Y la paz, en estas circunstancias, es difícil. Lo estamos viendo con el nacimiento de grupos fundamentalistas que matan sin más. Haz, Señor, que surja una nueva humanidad, la que tú quieres.

Buenos días, Señor, y gracias.