Con el corazón ante los salmos
Salmo 128. ¡ Cuánta guerra me han hecho desde mi juventud!”

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Juventud y dolor
- Abandono
- Operario de felicidad
- Espigas maduras

Reflexión:

• Señor, con el alma puesta en tus manos delicadas y fuertes, vengo esta mañana a hacer mi meditación contigo. Me siento orgulloso de haber luchado por ti en medio de muchas dificultades y dolores.
• Hoy he comprendido, una vez más, que el dolor abre también surcos en la juventud. ¡Que me lo digan a mí! Pero he salido airoso de los combates porque tú has estado siempre de mi parte. Gracias.
• Me han tendido y lanzado zarpazos para derribarme del mundo de la fe y de mi entrega a tu servicio y al de los demás. Pensaban quizá, de este modo, truncar los sueños maravillosos que habitan en mi interior.
• Hay gente de mi generación que te abandonaron porque se dejaron embaucar por personas que fueron a ellos con intenciones viles. Y lentamente no supe más de ellos, ya que se fueron por la intrincada selva de la geografía de la decepción, de lo fácil y tristemente también del dolor.
• Pero me di cuenta a tiempo- gracias a ti- de que soy un operario de la felicidad de una entrega libre en la que no gano dinero, sino es el del placer que tú concedes a todo aquel que busca las cosas de tu Reino.
• Y he seguido avanzando para recoger las espigas del trabajo, multiplicando los panes dela ternura.
• Es el valor de los brazos generosos que trabajan gratuitamente en las sementeras del mundo por el solo gusto de hacer un futuro mejor.
• Cada pena, cada ataque me han hecho pregonar día a día que el dolor que me han tendido, se ha ido convirtiendo poco a poco en vida nueva.
• No han logrado gastarme desde mi juventud, ni tampoco ahora que gozo de mi madurez, afincada en la torre y roca de tu amor.

Buenos días, Señor, y gracias.