Con el corazón ante los salmos
Salmo 129.”Desde lo más profundo a ti grito, Señor”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Una expresión tuya
- Equilibrio en ti
- Trabajo sin rutina
- ¡Fuera la vulgaridad!

Reflexión:


• Señor, me he despertado hoy con el Salmo 129 en mis manos. Lo he meditado despacio, y al llegar a este versículo, me he parado para rumiarlo en mi interior y durante todo el día.
• Sé que soy una expresión tuya y me necesitas donde estoy ahora mismo.
• Hoy te grito con voz más potente, desde lo más hondo de mi ser. Sé que me amas y estás dentro de mí. Intento ante tu Palabra, llenarme de fe y confianza. No le tengo miedo a nada ni a nadie porque tú estás conmigo.
• La confianza me invade de tal modo que sólo en ti encuentro descanso, paz y equilibrio.
• Mi grito a ti no tiene nada de doloroso, sino que es un grito de alarmante y feliz gratitud de cuanto haces conmigo. Pienso que la gratitud, incluso en estos gritos desgarradores, es la flor que nace bellamente en mi corazón como un gesto de agradecimiento para reconocer que todo bien proviene de ti, jamás de mis fuerzas tan débiles.
• Al contacto contigo, mi vida recobra una vitalidad tan grande que es difícil imaginar fuera de la órbita dela fe y confianza que en ti tengo depositadas.
• Hoy, en mi trabajo ordinario pero nunca rutinario, repetiré a menudo este grito para que se convierta en una de mis convicciones a lo largo y ancho del día. Espero que de esta repetición amada, sepa actuar en coherencia con lo que te digo.
• Haz, amigo Señor, que nunca caiga en la vulgaridad y mediocridad de alguna gente que trabaja conmigo. Anhelo ser frescura, aire nuevo, brisa acariciadora para ellos/as que trabajan codo a codo conmigo.
• Mi grito, repito, no es de angustia, sino de una desbordante vitalidad que me concedes cada día para vivir y correr por la autopista de tus valores trascendentales, sí, esos a los que muchos no prestan ya atención porque los creen anticuados.

Buenos días, Señor, y gracias.