Con el corazón ante los salmos
Salmo 134.”Hirió a pueblos numerosos y dio muerte a reyes poderosos: a Sijón, rey amorreo, y a Hog, rey de Basán...y entregó su tierra en heredad a su pueblo”.

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Sentimientos:

- Persecuciones de tus creyentes
- Obstáculos en el camino
- Nos ponen zancadillas
- Tú siempre triunfas

Reflexión:

• Ayer, hoy y mañana habrá personas de altos gobiernos u otras altas instancias de los mandos que impedirán que tu pueblo cristiano camine en paz y haciendo el bien a todo el mundo. No sé por qué, Señor, en esta mañana que medito el Salmo 134, veo reflejado a tus creyentes del siglo XXI que sufren las mismas persecuciones que en el siglo I y ya antes en el Antiguo Testamento.
• Se ve que la verdad les hiere y que molestas a muchos porque denuncias proféticamente las atrocidades que cometen contra la justicia, la opresión a que someten a los pobres y la enorme distancia que hay entre unos y otros.
• Estos gigantes del desierto suponen para tu pueblo un terrible obstáculo en su camino hacia la tierra prometida. Tu mano salvadora siempre está de su parte. Y no sé cómo no saben esto los gobernantes actuales. Se ve que han estudiado poco la vida e historia religiosa cristiana.
• Señor, en las dificultades que he encontrado en mi camino hacia ti, tú das sido quien me ha puesto a salvo de mis enemigos personales y de quienes me rodean con intenciones malsanas.
• El gran consuelo que nos queda es hacer tu voluntad y cumplir tus mandatos.
• Dejamos en tus manos el que derrumbes de su trono a los poderosos de esta tierra que no cesan de poner zancadillas a tus seguidores y adoradores.
• ¿Cómo es posible que en mi país, de fuerte raigambre cristiana, y en el que todo tiene sabor a tu nombre y a las obras benéficas de la Iglesia, se atrevan ahora a atacarla de frente? ¿En qué piensan?¿ Creen que pueden borrar con la TV y otros medios la conciencia cristiana que existe en el pueblo? Me parece de una torpeza increíble tamaña aventura. Lo verán con el tiempo.

Buenos días, Señor, y gracias.