Salmos y experiencia personal de Dios
Salmo 57. En la mano del Padre
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Antífona. Mi corazón está presto, Dios mío;
Quiero cantarte antes que despierte la aurora.
Padre de la gracia, ten piedad de mí,
Es en ti en donde me refugio,
Cuento con tu protección
En este tiempo en el que la desgracia me abruma.
Sí, llamo a tu gran amor,
Un amor que lo hará todo por mí.
¡Que me acompañe el Espíritu del salvador!
La gente que me hace daño se mofa de ti,
Envuélveme en tu fidelidad y en tu verdad.
Se diría que estoy rodeado de leones
Que amenazan con triturarme;
Sus dientes son como lanzas y flechas,
Su lengua es aguda como una espada afilada.
Padre, haz de tu amor una pantalla protectora;
Que el Salvador visite toda la tierra.
Hay gente que ha puesto trampas en mi camino,
Pero las he visto a tiempo;
Han cavado trampas en mi camino:
Y son ellos quienes han caído.
Por eso te canto, Padre,
Con un corazón plenamente seguro;
Te cantaré himnos de alegría.
Querría despertar con la música más bella,
Poner en marcha la armonía más dulce
Para festejar la llegada del sol a mi vida.
Voy a alabarte, Padre adondequiera que vaya;
Quiero cantarte doquiera y al mismo tiempo,
Pues tu corazón no olvida a nadie,
Tu verdad llega hasta el extremo del mundo.
Padre, revela tu presencia por toda la tierra,
Que tu amor borre todos los odios.