Salmos y experiencia personal de Dios
Salmo 72. Venga su reino
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Antífona: Se cuidará de los desgraciados;
Salvará al pobre y al débil.
Padre, concédenos tener confianza en tu Enviado,
Que confiemos en su visión de la vida que nos ofrece.
Da a la humanidad que crea en su papel de Salvador
Atento a los humildes a quienes ama porque dependen de él.
Gracias a él, todos los acontecimientos, pequeños o grandes,
Son fuentes de crecimiento para todo el mundo,
Sobre todo para los pequeños y los pobres
A los que protege de que sean explotados.
Concédenos estar unidos a ti siempre,
Por todo el tiempo que dure tu creación,
Hasta la eternidad.
Que su reino se extienda a toda la humanidad
Como la lluvia que ayuda en las labores
Y hace germinar y crecer las simientes.
Que su presencia en nuestro mundo
Haga florecer la vida en nuestros corazones
Según el ritmo propio en cada estación.
Que su amor domine de un mar a otro,
Del ártico al antártico.
Que reúna tanto a la gente que huye
Como a la que lo combate;
Que acoja el tributo de los grandes
Como el servicio de los pueblos de la tierra.
Antífona. Hace de ti luz de los pueblos,
Mi salvación hasta el fin del mundo.
Responde siempre al pobre que le invoca;
Se ocupa de la gente pequeña sin apoyo.
Se cuida de la vida del pobre y del débil;
Los sostiene cuando se sienten mal.
Por ellos ha entregado su vida.
¡Viva nuestro Salvador!
A él le entregamos lo más precioso que tenemos!
A él dirigimos nuestra mirada siempre maravillados,
Durante todo el día, nuestra acción de gracias.
Que su salvación estalle hasta la cima de las montañas,
Y hasta el fondo de los valles;
Que él nos ilumine como un campo de trigo que ondula
O como un inmenso país de verdor.
Que su renombre nos llegue de lo alto
Y cubra toda la tierra.
Nada más que con nombrarlo aparece la gracia
Pues él es para todos “El Bienaventurado”.
Bendito sea el Señor Dios, el Padre del mundo,
El único que de la muerte hace surgir la vida.
Bendito sea por siempre su amor maravilloso.
Que toda la tierra se llene de él.
Amén. Amén.