Salmos y experiencia personal de Dios

Salmo 91. El Padre nos protege de todo

Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB

 

 

Antífona. El Señor te cubre con sus alas,
Nada que temer de los terrores de la noche.


El que se refugia en el misterio del Padre
Puede dormir tranquilo toda la noche.

Le digo: “ Eres mi protector invencible,
Padre mío, cuento contigo”.

Es él quien me hace evitar las trampas del mal,
El que le impide insinuarse en el secreto del corazón.

Su presencia es para mí un abrigo,
En ella me retiro como un refugio.
Su fidelidad me hace invulnerable.

No temo las pesadillas de la noche,
Lo mismo que los ataques en pleno día,
Ni las amenazas que andan por la sombra,
Ni los peligros que me rodean al mediodía.

Aunque caigan mil a mi lado
E incluso diez mil a mi derredor,
Yo no iré nunca atrás.

Sólo tengo que abrir mis ojos
Para ver lo que sucede a los agentes destructores.

Sí, Padre, tú eres mi seguridad:
Tanto que voy a habitar en tu corazón,
No puede sucederme nada desgraciado,
Ningún mal puede quitarme la paz,
Pues habrá siempre mensajes tuyos
Que me acompañen por todos mis caminos.

Será como si me llevaran a tus brazos
Para que no tropiece ante ningún obstáculo,
Podré andar sobre el león o la víbora,
Aplastadas sin dañarme ni el tigre o el dragón.

“Puesto que estás unido a mí, me dice el Padre,
te protegeré, pues me conoces bien.

Si me llamas, te responderé,
Estaré contigo en las angustias,
Te libraré con lindas victorias;
Te colmaré con muchos días
Y te manifestaré mi salvación”.