Salmos y experiencia personal de Dios
Salmo 140. El padre de los pecadores
Autor: Padre Felipe Santos Campaña SDB
Antífona. Tú eres mi Dios, Señor, guárdame
Padre, te confío al pecador que hay en mí
Y los pecadores que me rodean.
Presérvanos de la violencia,
Fortifícanos contra nuestros enemigos.,
Nos dejes que nos dividamos
Por palabras hirientes,
Por palabras que siembran la duda en las personas.
Padre, haz que no caigamos en la tibieza;
Que no toleremos los gestos de violencia,
Que nuestro corazón no se arruine con la venganza.
El orgullo nos juega malos giros,
Se disimula a lo largo del día,
Sino que se manifieste en las tinieblas.
He dicho al Señor: Eres mi Padre.
Padre, escucha mi súplica.
Tú solo me puedes dar la fuerza que me salve;
Me has protegido ya en mis luchas pasadas.
Padre, no dejes que la tibieza se apodere de mí,
No dejes que tome aires de piedad
Y que termine por ocupar toda mi vida.
Que mis miserias revelen toda la fealdad
Y que tenga horror de todo mi ser.
Quisiera aniquilarlos a fuego,
Arrojarlos en un abismo sin fondo.
Cuento con el Salvador para librar al mundo
De calumnias, de la violencia y de la maldad.
Sé que va a llevar a los pecadores a ti,
Que va a socorrer a los pobres que lo invocan.
Sí, todo el mundo canta tu misericordia,
Por todas partes, tu presencia alegrará a todos.